En primer lugar dejo muy claro que establecer este buen hábito, ha sido uno de los retos más complejos que jamás haya debido afrontar, incluso debo aceptar que aún hoy en día, si no sigo ciertos pasos con mucha disciplina, el despertarme a las cinco de la mañana no es más que una utopía que alguna vez leí en la biografía de grandes hombre y mujeres. Y no se trata del caso de las personas que se levantan habitualmente a esta hora porque deben despachar a sus hijos al colegio, o que deben estar listos muy temprano porque los recoge una ruta, no, se trata de ese resto de mortales (en los cuales me incluyo) que debemos estar a las 8:00 am en nuestras oficinas y no le encuentran sentido a despertarse tres horas antes ¿Para qué? Si a las 5:00 am es la hora en la cual la cama está más calientica. 

Ya entrando en materia y reiterando que sigo esforzándome arduamente por construir...

¡El apasionante mundo de la Productividad y la Efectividad Personal! ,

¿por qué un día se me ocurriría empezar a escribir sobre este tema?...

Una respuesta podría ser que quise probarme a mi mismo que era posible convertirme en una persona que no postergara una y otra vez las cosas importantes para mi vida, por hacer otras más placenteras; o sencillamente no quería seguir siendo  la persona que me la pasaba incumpliendo compromisos en todo momento, justificando mi mediocridad, excusándome en la falta de tiempo, (cosa que no era cierto) y buscando la responsabilidad siempre afuera.